Niños altamente sensibles: ¿Cómo afrontar el aula?

Los niños altamente sensibles son aquellos que tienen una percepción más intensa de los eventos, personas y situaciones que les rodean. Esto les hace tener una mayor sensibilidad a los estímulos externos, lo que hace que sean más vulnerables a los estresores y a la ansiedad. Esto, a su vez, puede generarles dificultades en el aula, un entorno en el que se espera que los niños estén alertas, participativos y enfrenten tareas complejas.

Es por esto que los padres, maestros y profesionales de la educación deben conocer cómo abordar el aula de los niños altamente sensibles para que éstos obtengan el máximo provecho de sus estudios. Esto significa tener en cuenta sus necesidades específicas de aprendizaje y ofrecerles un entorno seguro y estructurado.

¿Cómo identificar a un niño altamente sensible?

A menudo, los niños altamente sensibles son identificados por los maestros como aquellos que se muestran más intranquilos que los demás, más retraídos y/o con una mayor sensibilidad a los estímulos externos. Estas características a menudo son percibidas como problemáticas, lo que puede llevar a que se etiqueten a estos niños como difíciles o problemáticos.

Sin embargo, esto no tiene por qué ser así: los niños altamente sensibles son capaces de desarrollar habilidades sociales y académicas de forma adecuada siempre y cuando se les ofrezca un entorno adaptado a sus necesidades.

¿Cómo afrontar el aula para los niños altamente sensibles?

Es importante que la escuela tenga en cuenta las particularidades de los niños altamente sensibles. Esto significa ofrecerles un entorno seguro y estructurado. Aquí algunas recomendaciones de cómo afrontar el aula para estos niños:

Fomentar un ambiente de respeto

Es importante que los maestros fomenten un ambiente de respeto en el aula. Esto significa que los niños deben aprender a respetar las opiniones y los sentimientos de los demás, así como a tratar a todos por igual. Esto contribuirá a crear un ambiente seguro en el aula que será beneficioso para los niños altamente sensibles.

Disminuir el ruido y la agitación

Los niños altamente sensibles son muy sensibles a los ruidos y a la agitación. Por lo tanto, es importante que los maestros intenten minimizar la cantidad de ruido y de actividades agitadas en el aula. Esto contribuirá a que los niños se sientan más seguros y relajados.

Establecer un horario regular

Los niños altamente sensibles suelen tener dificultades para adecuarse a los cambios inesperados. Por lo tanto, es importante que los maestros establezcan un horario regular que sea fácil de seguir para todos. Esto hará que los niños se sientan más seguros y les ayudará a realizar sus tareas con más facilidad.

Ofrecer un entorno tranquilo y acogedor

Es importante que los maestros ofrezcan un entorno tranquilo y acogedor para los niños altamente sensibles. Esto incluye cosas como decorar el aula con colores suaves, crear espacios confortables para que los niños descansen y proporcionar actividades de bajo estrés. Esto contribuirá a crear un entorno seguro y relajado para los niños.

Ofrecer apoyo individual

Los niños altamente sensibles pueden necesitar un poco más de apoyo individual. Esto puede incluir cosas como ofrecerles ayuda extra al momento de realizar tareas, ofrecerles un espacio seguro para que descansen y hablar con ellos sobre sus sentimientos y preocupaciones. Esto les ayudará a sentirse apoyados y les dará la confianza necesaria para rendir al máximo en el aula.

Conclusion

Los niños altamente sensibles son niños que tienen una mayor sensibilidad a los estímulos externos. Esto puede generarles dificultades en el aula, un entorno en el que se espera que los niños estén alertas, participativos y enfrenten tareas complejas. Es por esto que los padres, maestros y profesionales de la educación deben conocer cómo abordar el aula de los niños altamente sensibles.

Esto significa tener en cuenta sus necesidades específicas de aprendizaje y ofrecerles un entorno seguro y estructurado. Esto puede incluir cosas como fomentar un ambiente de respeto en el aula, disminuir el ruido y la agitación, establecer un horario regular, ofrecer un entorno tranquilo y acogedor y ofrecer apoyo individual. Esto contribuirá a que los niños altamente sensibles obtengan el máximo provecho de sus estudios.

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